martes, 19 de febrero de 2013

Consejos para crear tu propio jardín miniatura



Para arrancar con el proyecto de crear un jardín en miniatura lo primordial es hacerse un planteamiento de cómo irán colocados todos los elementos, para ello es bueno acomodar cada pieza dentro del recipiente y modificarlos hasta conseguir la posición que tendrán finalmente.
Comencemos por el recipiente, este puede tener el tamaño, forma, color y material que uno quiera, pero es importante colocar piedras o trozos de loza (platos viejos, tazas) en el fondo y que tenga uno o varios agujeros por donde pueda drenar el agua sobrante del riego.
En cuanto a las plantas, en principio sirven todas las que tengan un tamaño muy pequeño y que su crecimiento sea lento. Si son plantas delicadas o llamadas de interior, el mini jardín deberá permanecer dentro de casa, si por el contrario son plantas fuertes o de exterior incluyendo las suculentas, se podrá disponer el conjunto al aire libre.
Para conseguir el equilibrio visual nos ayudamos de elementos decorativos, en este tipo de arreglos son tan importantes como las plantas. En este apartado cada uno decidirá que objetos ornamentales se emplearán, pero cuidando de acomodarlos de modo armónico y jugando siempre con los volúmenes.
Cuando todo encaje de la forma que teníamos pensado, se riega con un difusor para que las plantas se asienten. Los jardines en miniatura necesitan atenciones breves pero habituales. Hay que estar atentos a los riegos e ir cortando y guiando cada planta a nuestro juicio, y por supuesto, no abonar o el crecimiento de las plantas se disparará.
Cuando una planta haya cumplido su ciclo o quede demasiado grande para el jardín, se sustituye por otra. Las plantas de hojas diminutas y rastreras son ideales para este fin, pero cada uno marcará su propio estilo.




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